Aprendiendo a hacer y a ser
Conscientes de que las primeras etapas de la infancia son las más importantes para el desarrollo del ser humano debido a la gran capacidad que en esos momentos tiene el cerebro para asimilar la información de su entorno, hemos planificado una propuesta rica en experiencias y vivencias. Creemos que todas las experiencias que los niños vivan se transformarán en nuevas habilidades y conocimientos que facilitarán su desarrollo en todas las áreas: motriz, sensorial, cognitiva y socio-emocional.
Nos hemos propuesto en el nivel inicial favorecer el desarrollo integral con la finalidad de formar seres humanos autónomos, con pensamiento crítico, creativos, independientes, seguros de sí mismos y con habilidades de trabajo en equipo. En esta etapa es donde los niños y las niñas adquieren y fomentan los valores que les van a permitir convertirse en adultos con destrezas de socialización tales como amor, organización, respeto, responsabilidad, cortesía, paciencia, solidaridad, cooperación, honestidad, tolerancia, prudencia, auto-control y cuidado al medioambiente.
Aprovechamos cada momento de estos primeros años de vida para favorecer un buen desarrollo neurológico y para proporcionarles un entorno agradable, que les ayuden en su proceso de desarrollo.
Sabemos que educar implica enriquecer y estimular el desarrollo del ser humano y que los niños que han sido estimulados tienen un potencial mucho mayor que aquellos que no han sido expuestos a experiencias de estimulación.
Como institución habilitada nos apegamos al currículo vigente y diversificamos las situaciones de enseñanza mediante talleres con profesores especiales.
